Por Edgardo Cabrera
Los aplaudidores de la Triste Historia de inmediato salieron a celebrar, por un lado, y agredir a los que, por el contrario, criticaron la clausura de los restaurantes de la cadena “Pollo Fiel”, mejor conocidos como el Pollo Feliz, propiedad del empresario José Luis Salinas, el mismo que se mofó del gobierno de Tlaxcala, vale precisar, no de los tlaxcaltecas como lo interpretó convenientemente la clase política.
Embusteros como los conocemos, utilizaron aquel video vuelto viral donde ese allegado a senadores de la 4T y al gobierno morenista de la Ciudad de México, dijo que era mejor ser director del Servicio de Transporte Colectivo Metro que GOBERNADOR de Tlaxcala, ojo, nunca dijo mejor que ser tlaxcalteca o que el pueblo.
Lo dije la semana pasada y lo reitero, el fondo no son las palabras burlonas, sino el vínculo de este personaje con el régimen que le proporcionó de primera mano datos de los nombramientos, recordemos, en marzo al celebrar su cumpleaños en una fiesta muy fifí, llena de lujos, que repudia la presidenta Sheinbuam, José Luis Salinas anunció que Adrián Ruvalcaba asumiría esa dirección, apenas el 6 de mayo se concretó el nombramiento y con ello vino la filtración del desafortunado video.
Nadie, empezando por la gobernadora Cuéllar y el resto de los políticos de todos los partidos que le hicieron coro exigiendo una disculpa, cuestionaron la relación de poder, el tráfico de influencias, la injerencia en los temas de gobierno, en suma, la corrupción.
Y aún hay más, en esa misma fiesta el mismo empresario destapó a una senadora como candidata al gobierno de Hidalgo, y apapachó a otro morenista, Emmanuel Reyes Carmona, el mismo que se opuso a transparentar el uso y gasto de las blindadas del “bienestar familiar”, como lo planteó la priísta Anabell Ávalos ante la comisión anticorrupción de la Cámara Alta.
Lo que sí, para seguir mostrando “cómo defienden la dignidad del pueblo”, la Triste Historia clausuró los negocios del empresario en Tlaxcala donde, pequeño detalle, le dan empleo a tlaxcaltecas, ya lo verá, pronto les levantarán la clausura que formó parte del tinglado.
¡GRACIAS, GRACIAS!
A colación del tema, el aludido utilizó sus redes sociales para ofrecer disculpas al pueblo y, acto seguido, el senador morenista que le comento, Emmanuel Reyes, el defensor de las blindadas que se siguen usando de manera discrecional, también hizo lo propio, pero, cual capitán al que se le hunde el barco, expuso que solo acudió como invitado al cumple de su cuate José Luis Salinas y que se trató de un “chascarrilo” que, por cierto celebró con carcajadas y aplausos como el resto de la corte.
Tras la disculpa, ¿quién cree que salió de inmediato a aplaudirle?, ¡sí!, la comandanta en jefa que “reconoció y valoró” la disposición del tacle ofensivo de la 4T en la Cámara Alta.
Les digo, así el tinglado para rescatar la popularidad.
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