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A CONVENIENCIA

Por Edgardo Cabrera

Desde el lunes que ocurrieron los hechos en Zacatelco, la moribunda Procuraduría General de Justicia no ha sido capaz de esclarecer el linchamiento de elementos policíacos estatales, tampoco la muerte del taxista de la tercera edad que se convirtió en víctima colateral de una desaseada investigación contra una supuesta banda de asaltantes de transporte que tenían su guarida en la quinta sección del municipio sureño.

Gracias a la labor periodística, hoy se sabe que lo que parecía justicia de propia mano por el intento de atraco y asesinato de un taxista, así como por el “rescate” de los responsables del homicidio, se originó en un operativo mal diseñado desde la Secretaría de Seguridad Ciudadana que puso en riesgo la vida de elementos de investigación, pero también, de estatales, municipales, marinos y guardias nacionales que llegaron en auxilio.

Bueno, hasta el propio secretario, Marrufo el Marino, puso en riesgo su vida en su desesperado acto de llegar a “calmar” a la muchedumbre y que les entregaran a sus elementos retenidos, por cierto, todo comenzó cerca de las 7 de la noche, y su desenlace se dio hasta la madrugada del martes, hay versiones que refieren que en todas esas horas ocurrió la golpiza, que más bien fue tortura y cobró la vida de un oficial, otro tiene un pronóstico de supervivencia reservado.

Actores políticos y sociales, incluso del propio estado temen hablar abiertamente por las represalias de su jefa, pero han puesto sobre la mesa que los elementos de investigación de la policía estatal andaban vestidos de civil, precisamente por su labor sigilosa que “casi” logró la detención de la supuesta banda, pero fueron más hábiles los malandros y se les escaparon, en su desesperada huida trataron de apoderarse de un taxi, el chofer se resistió, le dispararon, ello alertó a la población quienes impidieron la fuga, recuperaron el vehículo y aplicaron la ley del talión.

Esa es la versión que es del dominio público en Zacatelco, pero de esto la procuraduría de Ernestina no ha salido a aclarar nada, parecen encubrir la pésima estrategia de todos y en todo, desde la investigación que no cuidó la integridad de los investigadores, la falta de estrategia para la detención, luego para impedir el linchamiento y finalmente para presentar a la opinión pública una clara línea de indagación, pero también, para detener a los presuntos responsables de la muerte del taxista, la agresión a uniformados y el linchamiento de policías.

No se sabe nada de los homicidas del chofer, en todo esto, es de quienes menos se habla, supondríamos que a estas alturas ya hubieran sido presentados y hasta “exhibidos”, como le gusta a la PGJE hacer contra aquellos presuntos que políticamente les conviene mostrar.

Recuerdan el caso de Huamantla, apenas la semana pasada, cuando la propia procuradora salió con un video mensaje, por cierto, penosamente producido, de nuevo, para presumir la detención del hermano del alcalde como implicado en el caso del secuestro y asesinato de un empresario, bueno, hasta hizo una remembranza del asunto, claro, no olvidemos el tema electoral.

Pero no ha sido lo único, también recuerdan aquel caso de cuatro militares también acusados del secuestro de una familia en diciembre del año 2022, de igual forma, la procuradora se apresuró a salir a las cámaras, de nuevo con un video penoso, incluso acompañada de agentes de investigación camuflajeados, para presumir la captura.

No vamos tan lejos, este miércoles en un comunicado de forma apresurada descartaron que una mujer fuera calcinada al interior de una vivienda en Tepetitla, dijeron que murió por intoxicación por monóxido de carbono, ¡ajá”, de ese pelo sus urgencias. De Zacatelco, siguen sin aclarar nada.

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