Actualidad

EN DESPOBLADO

Por Edgardo Cabrera

 

Contrario a la ideología que pregona el presidente López Obrador, en Tlaxcala la Triste Historia gusta de las privatizaciones de los bienes públicos y sus servicios. Primero fue el Museo de Arte, entregado a un empresario poblano para hacer un antro en la azotea, mismo que fracasó y quebró, pero el daño fue hecho al inmueble, que hoy sirve de “asoleadero” para el voleibol playero.

Luego siguió la decisión de entregar a un consorcio foráneo el servicio médico de los trabajadores al servicio de la educación, jubilados y burócratas. Se favoreció con un contrato de 105 millones de pesos (solo para cubrir de agosto a diciembre de este año) a una empresa con señalamientos de corrupción en la prestación del mismo servicio en la Ciudad de México, San Luis Potosí y con el IMSS. https://gentetlx.com.mx/2023/08/21/empresa-medica-presumida-por-cuellar-deja-estela-de-anomalias-por-donde-pasa/

Antes, cuando aún era priísta la mandamás y alcaldesa capitalina, privatizó la vía pública y la entregó a una empresa para operar parquímetros, detrás del negocio siempre se señaló a su cónyuge, y fue hasta que concluyó esa nefasta administración municipal que el negocio se lo quitaron y fue recuperado al ayuntamiento que es quien actualmente opera el servicio.

VENTA OPACA

Ahora, en el más reciente capítulo de la Triste Historia, los tlaxcaltecas sufrieron un duro golpe por la entrega de Radio Altiplano al magnate mediático Grupo Andrade Radiocomunicaciones, S.A. de C.V., que forma parte del grupo mediático El Heraldo, de la familia Mieres.

Ya lo habíamos anticipado desde mayo y el gobierno, junto con sus plumas ladinas y corifeos, se hicieron como el tío Lolo, no solo eso, con la complacencia de la comunidad cultural encabezada por su “exquisito” y “sensible” secretario avalaron con su silencio la entrega de la única estación cultural que tenía la entidad.

Desde el sábado, la estación propiedad del estado se convirtió en una vil y vulgar repetidora de la programación de El Heraldo, vale decir, medio entregado al gobierno federal que así avanza a pasos agigantados apropiándose de frecuencias públicas para amasar su fortuna y ganar mercado.

Pero no solo es el golpe al sector cultural, la Triste Historia ocultó la venta y quién se lo autorizó, no olvidemos que la infraestructura y concesión son del estado de Tlaxcala. Cuánto le ingresó a las arcas públicas por la vía legal, nunca sabremos el millonario trato por debajo de la mesa.

CONDENA DESDE FUERA

Mientras aquí los lambiscones callan, el también cuatroteísta Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, condenó la acción soterrada de la mandamás tlaxcalteca al considerarla lamentable y falta de ética.

“Ante la lamentable decisión de arrendar la radio pública de Tlaxcala, Radio Altiplano FM, a un consorcio privado, el SPRMexico hace un urgente llamado a defender las concesiones públicas de radio y tv…”, veremos cuántos le entran a la “defensa”, qué dirá, por ejemplo, el senador y ex gobernador Álvarez Lima, cuya fallecida esposa, apenas le hicieron un homenaje como “una de las grandes impulsoras de la cultura”, o algunos hombres y mujeres del micrófono que se presumían cuatroteístas y anticapitalistas que hoy callan como momias… ver para creer.

Recuerde me puede seguir en Facebook, X, instagram, tiktok, y Spotify, como Edgardo Cabrera o gentetlx , o suscríbase a mi canal en youtube, o si prefiere en www.gentetlx.com