Estatal

CRÓNICA DE UNA VINCULACIÓN A PROCESO: EL CASO DE KARLA ISABEL, FUNCIONARIA DEL C5i, PRESUNTA RESPONSABLE DEL HOMICIDIO DE DOS MOTOCICLISTAS

Por: Miriam Bueno / Fabián Robles

Inexpresiva primero, preocupada después. Peinada de coleta en una audiencia, y de trencitas en otra. Así estuvo Karla Isabel en las audiencias del 14 y 19 de junio para enfrentar la acusación por privar de la vida a dos jóvenes motociclistas.

 

Funcionaria del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (Sesesp), está implicada como presunta responsable de ese accidente ocurrido la madrugada del 19 de mayo sobre el bulevar Ocotlán, en la ciudad capital.

 

Desde entonces nada se supo de su paradero. Huyó con la complicidad de “alguien” que, tal vez, ordenó que no fuera puesta a disposición del Ministerio Público como corresponde para protegerla. Dicen que quienes actuaron como primeros respondientes fueron elementos de la Guardia Nacional de quienes hasta ahora nada se sabe.

 

Veinticinco días estuvo prófuga. Hasta el viernes 13 de junio —día que algunos asocian con el mal fario— cuando fue detenida en Morelos…y traída a Tlaxcala para que responda por ese accidente en el que Carlos Abdiel y Carlos Manuel murieron.

 

PRIMERA AUDIENCIA

 

Sábado 14 de junio, la mujer adscrita al sistema de videovigilancia C5i —ese que tiene la pantalla más grande del país que costó 18 millones de pesos y sirve hasta para encontrar una vaca extraviada— acude a la audiencia inicial.

 

Alta, fornida, de tez morena clara y cabello castaño, Karla Isabel aparece de pronto por una de las puertas de la sala de juicio oral de la Casa de Justicia del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer.

 

Son las 08:25 de la mañana. Inmutable, Karla Isabel llega hasta el banquillo de los acusados, donde ya la esperan sus abogados: dos hombres y una mujer son quienes intentarán defenderla.

 

Evita cruzar mirada alguna con las madres de Carlos Abdiel y Carlos Manuel, los jóvenes motociclistas fallecidos. No se aprecia atisbo alguno de arrepentimiento.

 

Inexpresiva, escucha al juez Séptimo de Control y de Juicio Oral del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer, Rodolfo Montealegre Luna. Él le dice que es decisión de ella y su defensa definir en este momento su situación legal o agotar el término de 144 horas. Optan por este último. Es parte de su estrategia.

 

El agente del Ministerio Público pide al juez que dicte a la imputada la medida cautelar de prisión preventiva justificada.

 

Arguye que la medida es necesaria porque si se le permitiera a Karla Isabel enfrentar el proceso en libertad, existiría el riesgo que se sustraiga de la acción de la justicia nuevamente como ya lo hizo desde el día de los hechos.

 

El debate de esa petición del MP lleva más de seis horas. El MP defiende su dicho: tras el percance, Karla Isabel no fue presentada ante la autoridad competente y los días posteriores no mostró intención alguna de hacerlo motu proprio.

 

Para sustentar lo anterior, recuerda que la funcionaria —señalada por la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de no respetar el color rojo de un semáforo en el crucero donde ocurrió el percance— fue detenida merced a una orden de aprehensión que se cumplimentó en otro estado (Morelos) donde ella se ocultaba.

 

Además, los familiares de las víctimas, los ofendidos, tienen temor porque ella es experta en manejo de armas, y trabaja en el C5i cese en el que diariamente 100 personas vigilan a través de cámaras a los tlaxcaltecas— y podría obstaculizar las investigaciones.

 

La petición del MP no satisface a la defensa de Karla Isabel: insisten en pedir que pueda llevar su proceso en libertad y solo presentarse cada determinado día.

 

Ahora los abogados y la abogada arguyen que su defendida no se ocultó, ni se sustrajo de la acción de la justicia.

 

Como parte de su estrategia presentan un supuesto diagnóstico médico, según él cual ella tenía Covid y por eso el doctor que la atendió le sugirió dos semanas de reposo absoluto.

 

La versión, sin embargo, es contradictoria con la que, en su momento, dio a conocer el Sesesp: un día después de los hechos la funcionaria inició su periodo vacacional. Qué casualidad.

 

Al borde de la desesperación, en un último intento por lograr su objetivo, de manera infructuosa los abogados intentan conmover al juez y entonces dicen que dos menores de edad —una de ellos tiene una condición especial— dependen de Karla Isabel.

 

Pero ni porque desvelan la identidad de los infantes, con nombre y apellido, y hasta la dirección de las escuelas donde estudian, logran su objetivo.

De nada les sirve asegurar que la imputada tiene arraigo en Tlaxcala.

 

Tampoco les ayuda decir que la necropsia de los jóvenes había arrojado alcohol en la sangre, razón por la cual es responsabilidad compartida el accidente de tránsito. Extraoficialmente se sabe, al parecer, que la empleada del C5i también iba en estado etílico.

 

El MP insiste ahora al juez que tome en cuenta que la imputada se pasó un alto, no puso la luz intermitente del vehículo que conducía para avisar que daría vuelta, que las dos víctimas tenían la preferencia del semáforo en luz verde y que Karla Isabel realizó un viraje inesperado cortando el paso a los jóvenes motociclistas.

 

Entonces Karla Isabel pide la palabra para decir al juez que no tenía ninguna intención de huir del estado, aunque al final lo hizo por temor, ya que su nombre y su rostro fue difundido en medios de comunicación y eso violenta su derecho a la presunción de inocencia.

 

Inconmovible, el juez insiste en que sí hay riesgo de que la mujer se sustraiga de la justicia, que se había desarraigado de Tlaxcala como un acto de impunidad y que no se había presentado a la audiencia por voluntad propia sino por el cumplimiento de una orden de aprehensión.

 

Rodolfo Montealegre cuestiona a la imputada por qué permitió que su defensa diera el nombre de sus dos hijos y las direcciones de las escuelas en las que estudian. “Eso era innecesario”. Él, por respeto y preocupado por la protección de los menos, no los repetiría.

 

Un cuestionamiento más: si, como dijo la defensa, los dos hijos de Karla Isabel no tienen a nadie más en el estado y su abuela, supuestamente enferma, según un diagnóstico médico que data de 2022, entonces ¿quién se hizo cargo de los niños y de su mamá los 25 días que ella estuvo fuera del estado?

 

El mismo juez advierte que enviaría un oficio al DIF estatal para que se haga cargo de los menores de edad y termina por imponer la medida cautelar de prisión preventiva justificada.

 

Después de más de 6 horas, suena el mazo, símbolo de la justicia. La audiencia inicial ha terminado.

 

SEGUNDA AUDIENCIA

 

Jueves 19 de junio. Cumplido el término solicitado por la defensa, en punto de las 8 de la mañana se reinicia la audiencia en la Sala 1 del Distrito Judicial de Guridi y Alcocer.

Dos de los tres integrantes de la defensa de Karla Isabel están presentes; falta uno de sus abogados. Del otro lado, el Ministerio Público, las ofendidas y un representante de estas, la otra demoró.

 

Ya sale Karla Isabel peinada de trencitas. Su talante es distinto al de hace cinco días. Su rostro no puede ocultar que está preocupada.

 

Cada quien en su lugar en la sala, el juez Rodolfo Montealegre pregunta a la defensa de la imputada que si hay alguna prueba que quisieran agregar a la carpeta. Los abogados de ella dicen que no y prefieren que esto se resuelva “conforme a derecho”, decisión que es avalada por su defendida.

 

Comienza el análisis para la vinculación a proceso.

 

El juez desmenuza uno a uno los elementos presentados en la audiencia del 14 de junio. Enumera cada minuto de los hechos trágicos ocurridos la madrugada del 19 de mayo.

 

Los argumentos dados no dejan lugar a dudas y tampoco para el debate: se trató de un homicidio doloso eventual. Tres clasificaciones permiten llegar a esa conclusión:

 

“Usted decidió no respetar el alto del semáforo que implica una falta al Reglamento de Tránsito; no puso la luz intermitente que indica que va a dar vuelta, vio la motoneta que venía frente a usted y no había manera de no verla y que tenía la preferencia porque tenía la luz verde del semáforo y aun así, usted, consciente de que las probabilidades de que si daba un viraje inesperado las probabilidades de que la moto impactaran su auto era altas. Usted lo hizo y tomó el riesgo que derivó en la muerte de dos jóvenes. Usted en el video se aprecia que no tuvo ninguna intención de evitar el impacto con la motoneta, de hecho ni siquiera tuvo la intención de frenar y no lo hizo”.

 

Ante eso fue necesaria la vinculación a proceso.

 

El juez fijó un plazo de tres meses para cerrar la investigación y que entonces se realice la próxima audiencia. La representación social pidió cuatro y la defensa dos. Escuchó a las partes y determinó que ni una ni otra, sino el plazo por él determinado: 19 de septiembre.

 

Antes de sonar el mazo para el cierre de audiencia, Rodolfo Montealegre da una clase fast track de Derecho, mira al MP y suelta: “esto que voy a decir a continuación, usted me lo tenía que pedir y no lo hizo, pero yo voy a determinar el cambio de medida cautelar. Una vez que se le vincula a proceso (a Karla Isabel) por homicidio doloso eventual, se le impone una medida cautelar de prisión preventiva oficiosa”.