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En la comunidad de San Miguel del Piñón en el municipio de Españita, existe un santuario para burros.

Judith García, propietaria de la granja “La Esperanza”, se ha encargado de cuidar y alimentar junto a su familia y trabajadores a poco más de 250 ejemplares.

“Nos hemos dado a la tarea de que los burritos de nuestra granja se dediquen únicamente a vivir felices, aquí no los ponemos a trabajar” comenta Judith. En un intento por frenar la extinción de estos animales, la familia García González decidió invertir en este espacio donde durante lo que va del año nacieron 70 burritos. Fotos: Jesús Alvarado/Jaime Anzurez/ NierikaImages