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Brindan en el Coltlax conferencia sobre bioconstrucciones

“Muchas de las casas de adobe que se cayeron (con el sismo) fue porque llegó la urbanización”: especialista

 

 

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En el marco del Día Mundial del Turismo, se realizó en El Colegio de Tlaxcala, A.C. (Coltlax), la conferencia “Proyecto San Isidro, bioconstrucción y turismo educativo”, de la arquitecta y especialista en permacultura, Alejandra Caballero Cervantes.

Ante estudiantes, investigadores, prestadores de servicios turísticos y público en general, la especialista explicó que la permacultura es un sistema de organización comunitario que permite el diseño de prácticas arquitectónicas y alimentarias en armonía con la naturaleza. Una de las áreas de acción de la permacultura son los ambientes construidos bajo principios de sostenibilidad y respeto al medio ambiente; es decir, las bioconstrucciones.

Las bioconstrucciones privilegian el uso de tierra, palmas, troncos, hojas y todo aquel elemento que se encuentre en la naturaleza. Se edifican con apoyo técnico-científico garantizando la seguridad estructural de las construcciones.

A decir de la conferencista, el uso técnicas tradicionales y materiales naturales apoyados con una base científica, reduce el impacto ambiental y la contaminación generados por el transporte y uso de materiales extraños en las localidades.

Puso como ejemplo el cultivo de centeno, del cual se generan balas de paja utilizadas como techos en las bioconstrucciones. Adicionalmente, dicho cultivo garantiza tanto la producción de grano para pan de buena calidad, como la conservación de los suelos, lo que redunda en tener seguridad alimentaria pues “todo está interrelacionado”.

 

 

A su juicio, los procesos constructivos deben ir acompañados de procesos reflexivos en torno a los materiales utilizados. Considera que éstos deben ser biodegradables, digeribles o reutilizables en otra construcción. Con ello “dan la vuelta”: nacen de la tierra y vuelven a la tierra.

Por otro lado, aseguró que en el proceso de construcción de estas viviendas también existe una parte lúdica, toda vez que la técnica implica que las personas tengan contacto directo con la tierra, lo que estimula conexiones neuronales que activan sensaciones de alegría y plenitud.

Sismos y casas de adobe

En otro momento de la conferencia, hizo referencia a los recientes sismos suscitados en el país y el mito hacia las construcciones hechas de adobe.

Ejemplificó con el caso del municipio de Jonacatepec, Morelos. En donde “muchas de las casas de adobe que se cayeron fue porque llegó la urbanización, subió el nivel de la calle, las casas quedaron sin sobre-cimiento y la humedad adelgazó los cimientos, lo que provocó que las casas se vinieran abajo”, aseveró.

Dijo que la urbanización previa no respetó la tipología constructiva ni las condicionantes estructurales de la vivienda, pero sí ponderó a los vehículos pasar por la zona para poder urbanizar. Esto, aunado a la falta de mantenimiento de las construcciones y otras condiciones como la  pobreza, las debilitó.

Destacó los casos de la Ciudad de México o de Jojutla, Morelos. En el primer caso, se cayeron construcciones de concreto de apenas 2 años de edificación, mientras que en el segundo, el noventa por ciento de las casa caídas fueron de ese mismo material.

 

 

 

 

Finalmente, mencionó que con la llegada del concreto se ha ido perdiendo la cultura e interés en construcciones naturales tradicionales. “La tierra nos ha dado cobijo por miles de años y el concreto que tiene apenas 150 años en nuestras vidas, está fallando estructuralmente en países como Inglaterra y Estados Unidos” culminó.