Por Edgardo Cabrera
En un arrebato de celos y coraje, la dirigente estatal del Verde y tres veces plurinominal de forma consecutiva, Maribel León lanzó una serie de amenazas y regaños a su homóloga Soraya Bocardo tras su osadía de renunciar a la bancada y militancia del partido político tras acusar falta de apoyo de ella y del enlace de la dirigencia nacional, Jaime Piñón.
Se trata de un oficio que exhibe desesperación para cumplir con sus enjuagues maquinados desde el proceso electoral, ¿cuáles?, principalmente que la diputación la dividieron, tres periodos ordinarios para Soraya y el resto para Mariana Marquez, esa es su principal preocupación, nada que ver con la agenda medioambiental que presumen.
Y así se puede leer en el oficio fechado el siete de julio y entregado a la ahora diputada independiente el día nueve, en el que, además, no tienen reparo en invisiblizar a la mujer política al señalar que le debe todo al Verde, “15 años de beneficiarse de diversos cargos”, reprocharon, demeritando así sus capacidades.
El documento, es una verdadera joya que debe ser guardado, porque además de extenso y lleno de perorata, Maribel León se constituye en juez y parte al amenazar con “proceder” a través de los órganos institucionales y le exigen “fundar y motivar” su renuncia, ¡no pues sí!, y su nieve de que la quieren.
Es claro que lo que no pudieron atender en su momento por la vía política ahora la quieren resolver con amenazas y advertencias, el asunto es simple, de lo que ahora se adolecen es solamente culpa de la dirigencia blandengue que existe, la concentración del poder de un mismo grupúsculo que, como en el caso de Maribel, no ha tenido reparo en colocarla en tres ocasiones consecutivas como diputada plurinominal, aunque sus resultados no sean del todo ejemplares en cuanto al rendimiento legislativo, vale señalar el balance reciente, de seis iniciativas del Verde tres son de Soraya, dos de Maribel y una de su coordinador Jaciel González, el mismo que levantó la mano para ser presidente de la JCCP y lo batearon, su ambición, vale decir, le costó una diputación.
CONSTANTE
A colación, la actual se convertirá en la legislatura de más desbandadas de diputados a los partidos que los llevaron a la curul, la primera renuncia fue la de Blanca Águila al PRI, y tras declararse independiente, decidió sumarse al PRD Tlaxcala y conformar así una bancada junto con Laura Yamil. La también líder del sindicato de Salud en el estado acusó maltrato de su dirigencia incluso violencia política en razón de género.
A ella siguieron Sandra Aguilar que abandonó las filas de Movimiento Ciudadano para irse al PRI, que así recuperó su representación histórica. Más tarde vinieron la salida de Emilio De la Peña a RSP; Anel Martínez y David Martínez, a FXMT; y Lorena Ruiz al PANALT, todos se sumaron a Morena.
La constante es la denuncia de abuso de sus dirigencias o coordinadores parlamentarios al no saber compartir el poder, sino más bien sentirse dueños absolutos de su voluntad. Para 2027, no dude que ahora les traten de hacer firmar contratos para evitar las fugas.
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