Por Edgardo Cabrera
Al concluir el cómputo de las elecciones judiciales por las magistraturas del Tribunal Superior de Justicia del Estado no solo se confirmó el fracaso de la jornada del domingo 1 de junio, sino que quedó en evidencia el debilitamiento de la estructura lorenista que prometió a Claudia Sheinbaum ser ejemplo nacional en participación, sin embargo, solo lograron sacar a las acalles a poco más de 130 mil ciudadanos, de los cuales, casi 46 mil anularon su voto, es decir, poco más de 85 mil fueron los válidos.
Como lo anticipé ayer, 12.4 por ciento del millón 53 mil que hay en el padrón salieron a votar, y de esa cifra (130 mil), 34 por ciento fueron nulos, algunos en protesta al ser obligados por burocrátas o beneficiados de programas sociales, otros porque de plano no supieron cómo marcar las boletas.
Pero suponiendo que los 130 mil fueron gracias a la movilización y operación acordeón, ¿dónde quedaron los 305 mil ciudadanos de la más votada en la historia en el año 2021?, es más, no se acercan siquiera a los 231 mil que obtuvo la priísta Anabell Ávalos en esa misma elección.
La radiografia es aún más detallada cuando revisamos que los movilizados el domingo no solo fueron por la reumática estructura lorenista ninguneada por la legión extranjera beneficiada con los mejores puestos y contratos de gobierno, sino que también participaron otros grupos como el de la senadora Ana Lilia Rivera, puntera en las encuestas rumbo a la renovación de la gubernatura, por lo que esos 130 mil votos siquiera podemos asegurar que sean del aparato lorenista.
Este viernes 6 de junio se cumplirán 4 años de aquella elección sucesoria, y como lo marcan las encuestas y ahora lo reflejaron los comicios judiciales, la popularidad y el apoyo al actual gobierno siguen en franco declive.
Quienes quieran relevar a Cuéllar en 2027 tendrán que desmarcarse de la mandataria, de lo contrario serán arrastrados por el ancla de un gobierno al que se le aceleró la cuenta regresiva el domingo: ¡que comiencen los juegos del hambre!
ADEMÁS FRAGMENTADA
A colación de la conclusión de los cómputos de las magistraturas, tanto del Tribunal Superior de Justicia como de los laborales, además de la debilidad de las estructuras lorenistas quedó en evidencia que no trabajan en equipo y que cada quien jaló agua para su molino.
O cómo explicar la diferencia tan notable entre los primeros y segundos lugares, por ejemplo, en el de Justicia Administrativa no lograron mantener a Manuel Vázquez Conchas como presidente, aunque será magistrado, la estructura se dividió y decidieron meterle más de 15 mil votos de diferencia a Martha Zenteno, casi lo mismo que a Luz María Vázquez.
Otro ejemplo de puntapies en el Tribunal Superior de Justicia, Fanny Amador acumuló poco más de 37 mil votos, Enrique Acotzi 32 mil, Ricardo Trejo Ortiz 30 mil y Mildred Murbartian 29 mil, esas diferencias hablan que las estructuras no jalaron parejo.
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