Por Edgardo Cabrera
Justo el día en que se cumplió un mes de la tragedia que privó de la vida a los jóvenes motociclistas Carlos Manuel N y Carlos Abdiel, la presunta responsable del doble homidicio Karla Isabel N., fue vinculada a proceso y el juez determinó que ante el gran riesgo de sustraerse de la justicia -ya una vez lo hizo- siga en prisión por al menos tres meses, en lo que se desarrolla la investigación complementaria.
En la continuación de la audiencia y por cerca de cuatro horas de alegatos, el Juez de Control resolvió reclasificar el delito inicialmente imputado a la acusada, pasando de homicidio doloso eventual a homicidio calificado.
Ahora esperemos que en dicho lapso la Fiscalía General de Justicia del Estado, a través del Ministerio Público logren sustentar el caso, ya que presumen peritajes realizados por el Instituto de Ciencias Forenses y la Policía de Investigación supondríamos que tienen todos los elementos para aplicar un castigo ejemplar a la funcionaria estatal a la que, no lo olvidemos, se le permitió huir por una “orden superior”, y solamente gracias a la exposición mediática las autoridades les prestaron atención.
Pero si la fiscalía y compañía esperan aplausos, porque están urgidos de legitimarse ante sus pésimos resultados, la mayoría de los casos se les caen (ya hablaremos en su momento del asunto del hermano de la dirigente del 7 de Mayo), no recibirán nada, aún están impunes los Guardias Nacionales que permitieron la huída de Karla Isabel, así como de quien les ordenó dejarla ir.
Porque tan responsable es la mujer, como sus cómplices que deben estar también tras las rejas; también está pendiente que se informe del estatus laboral de la empleada del C5i, ya que en las audiencias ante el juez la siguen ostentando como empleada del gobierno estatal, aún cuando acumula más de un mes de ausencia de sus labores.
SHEINBAUM Y CEDH
A colación, ahora sabemos que las señoras Haydé Lira, madre de Carlos Abdiel de 18 años de edad, y Ludvelia Cuatlahtoa, mamá de Carlos Manuel de 22 años, lograron entregar una carta a la presidenta Claudia Sheinbaum durante su visita a San Pablo del Monte el pasado 14 de junio, luego de la larguísima audiencia inicial realizada en la capital, corrieron hasta el municipio sureño y lograron tener contacto con ella.
No es para menos, exigen justicia, y aunque la mandataria estatal Lorena Cuéllar pretendió recibirles el documento, las valientes madres ofendidas exclamaron que la petición era para la presidenta porque no creían en el gobierno estatal, ya imaginarán la reacción, al tiempo que Sheinbaum les recibía la carta y escuchaba de viva voz la impunidad de la que goza la empleada del C5i que se sustrajo de la justicia por casi un mes.
Y, por cierto, a colación de no creer en la Triste Historia, en la continuación de la audiencia realizada el pasado jueves, el representante de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que fue llamado para dar fe del acto, llegó casi UNA HORA TARDE, ¡hágame el favor!, de ese tamaño su irresponsabilidad.
Cero y van dos en la nueva era de la ombursperson, la primera fue su silencio complice ante el despliegue excesivo de policías, militares, marinos y Guardias Nacionales en San Bartolomé Cuahuixmatlac, Chiautempan, para rescatar a un acusado de presunto robo que intentaron linchar, la población denunció violaciones a sus derechos humanos; y ahora la irresponsabilidad en el caso de Karla Isabel, ¿qué hará Jaqueline Ordoñez?
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