Por Edgardo Cabrera
Dos viejos lobos de mar, o en su caso, dinosaurios personajes de la política local han quedado a deber a los tlaxcaltecas, se trata de los diputados plurinominales, el petista Silvano Garay y el ex gobernador Héctor Ortiz, actualmente representante del PAC en el Congreso local.
Héctor suma dos legislaturas, ambas gracias a la representación proporcional de Alianza Ciudadana; pero también fue diputado federal, con el PRI, en el año 2000; y luego vino la presidencia municipal capitalina, igual con el tricolor, y la gubernatura con el PAN, no olvidemos también su cargo como rector de la UAT.
Pese a toda su experiencia, política y académica, en lo que lleva en el cargo de diputado sólo ha presentado dos propuestas, ninguna de ellas aprobada; y en el segundo periodo ordinario de sesiones que recién concluyó incumplió con su compromiso de presentar dos iniciativas que le fueron incluidas en el Programa Legislativo.
Héctor preside la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, donde se ignora si sesiona en tiempo y forma como lo establece el reglamento interno, pero lo que es un hecho, no destaca ninguna acción a favor de estos rubros, y es raro verlo despachando en su oficia del Congreso, a la hora de votar por cédula, le tienen que llevar hasta su lugar la urna.
En la misma situación se encuentra Silvano Garay, en su caso acumula cuatro legislaturas, dos en el plano federal y dos en lo local, también gracias a la representación proporcional, en su primera ocasión en Tlaxcala se le cuestionó incluso su residencia y arraigo, venía llegando de Ciudad de México donde fungió como funcionario del Partido del Trabajo.
Fue representante del PT en el Consejo General del INE y es dirigente estatal, también, a pesar de su amplia experiencia sus resultados son penosos, no presentó ninguna iniciativa en el segundo periodo ordinario, y de las que su bancada formalizó en lo que va de la legislatura, ninguna prosperó.
Lo que sí, ambos tienen como característica el nepotismo político, Silvano tiene a su hijo como su suplente, su hija es diputada federal y lo sucedió en el cargo, recientemente fue reelecta. Recordemos que también ella fue diputada local.
Héctor, está por demás recordar lo que es público, pero solo en el plano del Congreso, su sobrina Alejandra Ortiz le entregó la curul. Antes que ella estuvo el otro tío, Serafín, y no olvidemos que el propio Héctor ya había sido pluri por el PAC.
RÉMORAS
Otro de los partidos aliados a la denominada Cuarta Transformación, es Redes Sociales Progresistas que fue extinta como bancada luego de que el diputado Emilio de la Peña se sumara a Morena y dejara sola a Aurora Villeda quien no presentó ninguna iniciativa planteada para el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones, lo que evidencia, una vez más, que dichos institutos poco o nada aportan a Morena, simplemente se sirven de acuerdos bofos cuando son elecciones.
Por cierto, de la Peña, quien dejó el barco de redes, tendría que reconsiderar regresar a la chiquillada 4T, y es que en Morena sus lineamientos prohiben lujos y dar muestras de ostentación, como aquello de abandonar sus labores para irse a Paris para formalizar su compromiso matrimonial, algo que su partido debería sancionar .
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