Por Edgardo Cabrera
Rápido se le olvidó a la clase privilegiada de Morena los lineamientos éticos que aprobaron en su Consejo Nacional el pasado 4 de mayo, ni un mes transcurrió y vemos a los políticos en sus mismas camionetas de lujo y blindadas, ostentando riquezas como el poblano recién llegado como secretario de Infraestructura, utilizando al personal para sus fines personales (como el fraude de la elección judicial), el fuego amigo sigue entre aspirantes a la gubernatura, y el nepotismo ¡sí existe!
Para mayor abundamiento de la incongruencia y desacato, resulta que sigue despachando como secretario de Turismo Fabricio Mena, cuñado de la gobernadora; supondríamos que, por ética, el 5 de mayo debió ser removido del cargo, o bien, en un acto de honestidad el ex diputado priísta, hermano del antecesor de Lorena Cuéllar, debió presentar su renuncia.
Pero ni una, ni otra cosa. Incluso el lunes se placeó en Ciudad de México con su cuñada para presentar la temporada de avistamiento de luciérnagas en Nanacamilpa y Calpulalpan, por cierto, territorio amenazado en su ecología por la sobre explotación del lugar por miles de visitantes que llegan a pisar el santuario, para este año calculan 110 mil, pero ese será otro tema.
El asunto es que, como lo dijimos en su momento, esos lineamientos y los llamados a misa son los mismo, y ahí está el resultado, Mena sigue como secretario de gabinete teniendo como jefa directa a su cuñada; el que se dice ex cuñado y diputado federal por Morena, Raymundo Vazquez continúa su promoción, algo que tampoco se debe hacer según esos lineamientos que prohiben adelantar campañas.
Para rematar, la ostentación y el despilfarro del presupuesto no para, ahí está lo que derrocharon para la ceremonia de inauguración de la Olimpiada Nacional; y las “blindadas del bienestar familiar” siguen acumulando kilómetros y gastos al erario, todo ello en la opacidad.
¿CELOSO?
Una de dos, al ex alcalde apizaquense y ex panista Julio Hernández lo cegaron los celos, o alguien le hizo una mala jugada al no explicarle los datos que presumió el presidente morenista del municipio rielero Javier Rivera, y cuyo recurso excedente de la Comisión de Agua Potable sirvió para adquirir maquinaria para obra hídrica.
El asunto es simple, el saldo a favor de 9.5 millones de pesos que dio a conocer derivó de comparar el último cuatrimestre de 2023 con el último de 2024, ese dinero fue el que ahorraron para la compra; pero el ahora miembro de Movimiento Ciudadano dijo que la cifra no le cuadra, hizo su comparación entre una anualidad completa y la otra, dijo que solo debían tener 2 millones.
Colmilludo, como se lo reconocemos, el también socio de ATAH parece que quiere regresar al ring de la arena política apizaquense al polemizar donde no hay razón, ¡peor!, pareciera defender la administración de su adversario y sucesor, el panista Pablo Badillo, ¿extrañará el azul en su pecho?
Si bien tiene miras gubernamentales, parece que al final tendría que resignarse en competir de nuevo por la alcaldía, ahí se siente cómodo al polemizar, para los temas estatales no le entra pese a lo malo que hace la Triste Historia.
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