Si algo existe en Tlaxcala es la traición a las promesas de campaña y a la palabra empeñada en busca de votos, no solo fue el desdén para los morenistas de cepa que apuntalaron a los prianistas que se hicieron de candidaturas y a la postre ganaron la elección de 2021; en el ejercicio de gobierno se han privilegiado a personajes que desconocen la realidad local.
En el segundo año de la triste historia el acumulado de integrantes del gabinete legal y ampliado es favorable para los foráneos que siguen ganando posiciones, empezando por el segundo al mando para quien se cambió la Constitución Política y plancharon así su llegada, además de ahijado de la mandamás, encabeza la legión morelense que se apropió del sector gubernamental medioambiental y ahora tiene en sus manos la política interna.
En lugar de Luis Ramírez, a la Secretaría de Medio ambiente se conoció este miércoles la llegada del veracruzano Pedro Aquino Alvarado, es abogado y miembro de la legión morelense, ocupaba el cargo de director de Desarrollo Sostenible. No olvidemos que en la procuraduría medioambiental también está otro personaje de Morelos, Iván García.
En la Secretaría de Infraestructura, de nueva cuenta, no hubo tlaxcalteca que diera el ancho para la Triste Historia, por lo que importaron al jalisciense Diego Corona Cremean, ex secretario de Infraestructura en Puebla durante el Gobierno panista de Rafael Moreno Valle, ahí el golpe es por duplicado, además de favorecer de nuevo a un foráneo, siguen los morenistas relegados. A los cambios recientes se agrega el hidalguense nuevo titular de la Coordinación de Comunicación.
AÚN HAY MÁS
En seguridad pública, desde un inicio, se privilegiaron perfiles no tlaxcaltecas, todos los secretarios que han transitado provienen del Estado de México o la Ciudad de México, incluido el actual Alberto Perea quien se desempeñaba como director de seguridad en Othón P. Blanco del estado de Quintana Roo; ahí está también el tristemente célebre Ramón Celaya, el prófugo Alfredo Álvarez Valenzuela; y el general Raúl Ruiz. Todos con pésimos resultados.
A la larga lista de personajes foráneos agregamos, por ejemplo, el titular de Protección Civil, otro impresentable. El poblano Juvencio ha puesto en ridículo a Tlaxcala en varias ocasiones, desde los simulacros fallidos que incluyen la quema del sistema de alarma de Palacio, hasta aquel escándalo por alterar el casco oficial de los bomberos para poner una bailarina en tubo.
En Cobat y ante los malos resultados de Darwin Pérez fue impuesto José Alonso Trujillo Domínguez originario de Puebla, al igual que Norberto Cervantes Contreras nombrado el año pasado como director general del Cecyte-Emsad.
A los nueve titulares de dependencias estatales, hay que agregar un largo número de personas que arribaron con ellos y que tampoco son oriundos de aquí.
Por cierto, el tema no es de discriminación al negarles trabajo a quienes no son tlaxcaltecas, como desde la Triste Historia ya rezan para justificar sus decisiones, sino que en el discurso se aseguró desde un inicio que esas posiciones serían privilegiadas para los oriundos de esta tierra, como en su momento prometieron posiciones a los morenistas, no lo dijimos nosotros, fueron ellos.
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