Por Edgardo Cabrera
Con la noticia que en Tlaxcala la trata de mujeres con fines de explotación sexual es “cosa del pasado y dejó de ser un problema”, al menos eso dijo la mandamás a reporteros que la pescaron al salir del Palacio Nacional, donde fue convocada con el resto de los gobernadores para la firma de otro convenio simulador en materia de salud.
La declaración no sorprende, recordemos que desde su llegada al gobierno ordenó desaparecer de la escena mediática el tema, también instruyó a las instancias de justica reclasificar el delito, inhibir las denuncias de explotación sexual por delitos del orden familiar o privación ilegal de la libertad, y hasta sentarse a negociar con los tratantes.
No olvidemos el caso de la joven de 23 años de edad “Estrella” quien logró escapar de sus captores y cuyos dos hijos fueron secuestrados, entregados tras un sucio acuerdo con el gobierno estatal a cambio de impunidad, hoy la familia que la explotó está libre y la víctima escondida por miedo.
Es cierto que para la actual administración la trata de mujeres dejó de ser un problema grave porque lo ignoran, también es verdad que no hay denuncias en este año porque, como dijimos, se inhiben o reclasifican, pero también la realidad es lapidaria cuando sobre la Vía Corta Chiautempan-Puebla la explotación sexual de mujeres está a la vista a plena luz del día, también, cuando operan con total impunidad antros fifís y de mala muerte con la misma actividad.
Para rematar, también es real que los funcionarios estatales se dan el lujo de alterar uniformes para colocar figuras de mujeres que representan bailes exóticos, no hay que olvidar nunca el penoso casco que portó con “orgullo” el titular de Protección Civil.
PITORREADOS
Aunque lo declaró a medios nacionales, también fueron ellos quienes se pitorrearon de los dichos de la mandamás tlaxcalteca y exhibieron las mentiras instauradas en su discurso de posverdad.
Y es que no solo dijo que la trata es un asunto del pasado, sino que presumió que somos la entidad más segura del país según datos “oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública”, de donde el diario Milenio, por ejemplo, también recuperó que para nuestra desgracia Tlaxcala también es la sexta entidad en homicidios, 25 en feminicidios y décima en robo a transeúntes por cada 100 mil habitantes.
¿NO QUÉ NO?
En eso de las descuidadas declaraciones, también esta semana la comandanta en jefa del escuadrón de la Triste Historia afirmó que fue ella quien ordenó el despido de Yeny Charrez de la titularidad del Centro de Justicia para Mujeres, recordemos que al ser exhibido en vivo el aparatoso operativo para sacarla de la oficina gubernamental declararon que la funcionaria había presentado su renuncia y que no fue corrida.
El que cobra como secretario de gobierno, la que encabeza la PGJE y la propia mandamás mantuvieron esa versión en reiteradas declaraciones y cuestionamientos, bastó poco más de un año para tirar ellos mismos su mentira, una más, por cierto. De ese despido, hoy reconocido, se tejerá una nueva historia en la ruta legal, ya lo verá…
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