i LUEGO
La foto y la develación de la placa tristona, con todo y el cortinero que se les cayó, era lo que le urgía a la mandamás para aprovechar la visita de la corcholata y secretario de Gobernación, Adán Augusto, pero de ahí a que opere el mentado C5i hay un enorme trecho.
Resulta que lo principal, la materia prima no la tienen, carecen de personal para operar el nuevo sistema que, valga también decir, no existe, es el mismo del C4, las mismas cámaras, los mismos monitoristas, en fin, es todo igual, solamente con un edificio más grande al que no tardan en aparecerle las goteras.
Al día siguiente de la inauguración, el mismo día que montaron aquel atentado contra una camioneta de gobierno, nunca tuvieron un video de la “enorme red” de cámaras de vigilancia porque simple y sencillamente, tenían “un problema”, estaban mal conectadas o apagadas, nadie sabe, nadie supo, por ello tuvieron que recurrir a una foto mal tomada con celular donde no se veía nada, solamente un auto y la camioneta circulando.
Ahí no acaba el engaño, presumieron un sistema C5i, que opera como un C2, tienen cámaras de vigilancia y atienden llamadas de emergencia, pero la mayoría de las veces es más eficiente hablarles directamente a las corporaciones municipales de seguridad o ambulancias, porque existe descoordinación, la mayoría de las veces llegan tarde.
Para rematar, el C (póngale el número que quiere y la letra minúscula que se le antoje), no es más que otro ejemplo del amiguismo, tráfico de influencias y nepotismo.
Resulta que la directora Francia Deniss, viene de Tamaulipas (ya sufrimos por tener a uno recién llegado de Guerrero a hacerse cargo de la seguridad), y es esposa del delegado del ISSSTE en Tlaxcala, personaje que, por cierto, fue director del C5 en aquel violento estado del norte del país.
Ahí no cava el tema, parece no tener idea de dónde está parada, y así lo evidenció la semana pasada en una de esas entrevistas a modo que le prepararon, y en la cual solo dejó claro que no sabe nada, es como si Tlaxcala fuera su centro de capacitación personal, para “foguearse”, eso sí, lanza órdenes sin mayor conocimiento de lo que pide.
A una semana, valga decir, sumamos un doble homicidio, entre ellos el de una mujer, asaltos, baleados y apuñalados, como el de otra mujer el lunes en Tizatlán, donde el “novedoso” sistema no sirvió más que para mandar patrullas o ambulancias, pero no para mostrarnos las rutas, incluso imágenes de los delincuentes, o lograr una detención, todos esos delitos siguen impunes.
ALCOHLIMETRO
Recuerdan el decreto aquel contra la venta de bebidas alcohólicas, incluso de la orden imperial para realizar detenciones de conductores borrachos y aplicarles el alcoholímetro, pues no fue más que otra de esas ocurrencias para “mostrar” que hacen algo.
Muestra de ellos fue el incidente vial que protagonizó la noche del domingo nada menos que la directora del Instituto de Formación y Capacitación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por cierto, sobrina del presidente de Zacatelco.
En estado de ebriedad y circulando en sentido contrario, la funcionaria se estrelló contra un poste, una vivienda y hasta arrasó con una motocicleta sobre la avenida Juárez, todo ello, a bordo de un automóvil oficial; igual que ocurrió con el coordinador de giras de la gobernadora y esposo de la coordinadora de prensa gubernamental, otro a quien el decreto se lo pasa por el arco del triunfo.
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