Mientras en el discurso mantienen la negativa de la existencia de delincuencia organizada en Tlaxcala, una vez más la triste realidad los alcanzó, resulta que la semana pasada fue localizado en el municipio de Santa Cruz un laboratorio donde se producían drogas sintéticas.
De nueva cuenta la Fiscalía General de la República fue quien propinó el golpe, y en las imágenes proporcionadas por la autoridad se aprecian todos los implementos para producir las sustancias, desde una compresora, un enfriador, una enorme estructura metálica, tambos y cilindros metálicos, hasta más de 100 costales que contenían sustancias químicas utilizadas para cocinar la droga.
Trasciende que la operación del narcolaboratorio está relacionado con aquel aseguramiento de armas largas, granadas, equipo táctico y siete personas, en el rancho El Cristo en el municipio de Yauhquemehcan, donde también ubicaron paquetes de droga sintética; más tarde, recordemos, recuperaron su libertad al menos tres personas que no tenían nada que ver con los hechos delictivos, pero el resto siguen encarcelados y proporcionando información.
Es claro que la terca realidad evidencia las torpezas de la triste historia porque la estrategia de seguridad simple y sencillamente no da resultados, transitan y operan sin mayor problema los delincuentes por todo por todo el territorio, mientras el jefe policíaco, el protagónico Celaya, se la pasa intimidando a sus propios elementos de seguridad, forzándolos a trabajar más allá de sus horarios, las renuncias se le acumulan, sus recomendados son corridos por no aprobar controles de confianza, y en la operación, por ejemplo, carecen de gasolina suficiente para poder patrullar.
Lo bueno es que al menos una institución da resultados en Tlaxcala, la remoción del ex delegado de la FGR quien, por cierto, se fue a poner a los pies de la mandamás en diciembre fue una acertada decisión ya que la nueva responsable llegó a trabajar en lugar de andar de zalamera, o en el protagonismo político y las excusas, que son el gran enemigo de quienes están a cargo de la seguridad pública y la procuración de justicia.
PARA MUESTRA
En eso de la inseguridad, esta mañana se dio a conocer que Tlaxcala abandonó el primer lugar en cuanto a estados con el menor número de delitos y escaló de nueva cuenta Yucatán, por cierto, es la entidad que también tiene el menor número de homicidios, algo que desgraciadamente no podemos presumir. En el primer cuatrimestre cerramos con 48, y en lo que va de mayo ya suman una docena.
Y como muestra esta mañana dos ejecutados más en Ixtacuixtla, además, en ese mismo municipio, “aparecieron” restos humanos, se trató de un cráneo parcialmente devorado por perros, y en las fotografías obtenidas se aprecia claramente que no se trata de los restos de un animal, o de plástico, como la semana pasada la Procuraduría General de justicia del Estado se apresuró a desestimar dos hallazgos en los municipios de Tlaxcala y San Lucas Tecopilco.
Pero no es lo único los atracos son la constante en todo el territorio lo más alarmante es que la forma de operación de los malandros es con violencia, cuando no golpean, apuñalan, o de plano disparan y matan.
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