Por Edgardo Cabrera
La lluvia y granizada del fin de semana puso al descubierto las deficientes obras de la Nueva Triste Historia de Tlaxcala. Las tan presumidas “nuevas” clínicas de Hemodiálisis y de Cirugía de Mínima Invasión son mera fachada, como todo en este gobierno, una copiosa precipitación pluvial fue suficiente para que el inmueble pareciera regadera.
Recordemos que, en su primer informe, la mandamás mintió cuando dijo que en su corta administración habían construido tres hospitales, ahora, recientemente en una visita a Colombia, en uno de esos foros que le sirven para el turismo político, corrigió, ahora las redujo a lo que son, clínicas y un hospital que construyó su antecesor pero que no han podido operar al cien por ciento.
Pues resultó que en sus ansias por decir que iban a hacer historia con las obras más rápidas que ningún gobierno había hecho, quedó en evidencia que son una porquería y un riesgo para la población, porque en esos lugares debe prevalecer la higiene para evitar infecciones, pero sí se cuela el agua, qué más no está comprometido.
Esas obras que construyeron en tiempo récord, NO TIENEN LICENCIAS SANITARIAS, por cierto, y operan con tanques de oxígeno dentro del quirófano, con el riesgo de que exploten. Bueno, pues la lluvia evidenció otra deficiencia, no queremos imaginar que pueda ocurrir en caso de un sismo, o de semanas completas de precipitaciones, que pronto vienen.
Por cierto, como suelen hacerlo, encontraron un culpable, fue el granizo, no ellos y sus malas obras, en el comunicado oficial enviado, se hicieron los occisos de sus dos clínicas tristonas, solamente refirieron centros de salud y otros hospitales que también padecieron las goteras, que más bien eran cascadas, y los encharcamientos, por los deficientes drenajes.
Ya días antes, había ocurrido lo mismo en el hospital de Zacatelco, curioso, mientras culpaban a la granizada, en otra infraestructura pública no ocurrió lo mismo, evidenciando que, si algo han hecho el gobierno de Tlaxcala y el federal, es hacer del sistema de Salud un completo desastre. Ahora fue el sistema de infraestructura de salud, ya hablaremos de su mentado C5i, otra obra mal hecha, y en breve está por iniciar el berrinche del medio metro, condenado a los mismos o peores riesgos.
AMENAZAS
A colación de lo que ocurre, desde hace un par de semanas se intensificaron las protestas en hospitales IMSS-Bienestar, así como los de especialidades que existen, como el de la Mujer o el infantil, el asunto es que siguen las carencias en materiales, medicamentos e insumos, lo que ha negado la mandamás, con el cuento aquel de que no hay quejas.
Pues en lugar de escuchar la voz de los trabajadores y pacientes, la Triste Historia recurrió a la amenaza, mediante oficio el Contralor Interno, Aldo Téllez, amenazó con proceder hasta con la vía penal si trabajadores siguen manifestándose con ‘lonas, mantas, pancartas o cualquier otro medio de expresión’ en los edificios públicos.
No solo es un atentado a la libertad de expresión y de manifestación, sino que es la desesperación por ocultar lo evidente, tras el desastre en sus obras evidenciado este mismo fin de semana, qué dirán, que fue el todopoderoso quien está en su contra y los boicoteo.
El asunto es simple, en el gobierno prevalece la ineficiencia, la brutalidad, la estupidez para ser claros, el nuevo sistema IMSS-Bienestar no sirve, por improvisado e ilegal, la duplicidad de funciones se evidencia cada día y para taparlo recurren ahora a la represión, craso error.
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