Con la novedad que en el PAN no cambió nada, por el contrario, tal parece que la camarilla que mal dirige al partido no solo se conformó con agandallarse candidaturas para hermanos, compadres, socios y cuates, sino que de plano también se avorasaron con las “pluris”, esas que fueron la razón para atacar, en su momento, a José Gilberto Temoltzin y Adriana Dávila.
Lejos quedaron aquellas promesas de campaña del “nuevo” PAN, en el que no habría pluris para los dirigentes, resulta que el lunes la señora presidenta, Miriam Martínez se agenció la posición 1, y su compadre Gerardo Salazar quedó en el 2, eso sí, dijeron en su boletín de prensa que fue un “ejercicio democrático”.
Es la desfachatez en pleno, la que reparte las cartas y las ve, es la misma que se asigna la mejor mano.
Ese es el panismo que a nivel nacional cuestiona los chanchullos morenos y la corrupción de López Obrador, de ese tamaño son los aprendices de políticos que en Tlaxcala, está visto, sirven a la Triste Historia desde el Congreso y, por recomendación de sus pésimos asesores de medios, atacan tímidamente a la mandamás y por boletines, temen dar la cara a la prensa, y cuando lo hacen, no olvidemos, agreden a reporteros al “confundirlos” con agentes de gobernación, así su ignorancia.
Solo para recordar, la presidenta y hoy virtual candidata pluri, también impuso a su hermano como candidato a la alcaldía de Tetla, y a otros dos secuaces de la dirigencia les repartió Yauhquemehcan y Apetatitlán, sin importar que el de este último municipio, por ejemplo, esté al borde de la ilegalidad por el proceso penal federal que enfrenta por agredir a un periodista.
En la misma sesión extraordinaria de la comisión permanente panista realizada el lunes, excluyeron a quienes no pertenecen al grupo actual y a los que se suponen sus “aliados” les dieron migajas. En 2021 no ganaron ni un distrito, y lograron apenas tres de 60 alcaldías , ese es el tamaño y la altura de miras de los azules que en esta ocasión van por el mismo rumbo, al tiempo.
NEGADOS A LA REALIDAD
La comparecencia del secretario de Seguridad de Tlaxcala y la procuradora mostró de cuerpo entero el desastre que tiene este gobierno, negado a reconocer la crisis delictiva por la que atravesamos, y el reparto de culpas a quienes en su momento se erigieron y reconocieron como los “héroes de esta película papá”.
Marrufo el Marino admitió lo que tantas veces cuestionamos y que negaban, incluso lo defendían ante sus ocurrentes ideas como el decreto bala contra los linchadores: su antecesor, el protagonista Celaya, dejó un desastre y a los policías con la moral baja, ahora, dijo Marrufo el Marino, “es distinto”, tienen tan alta la moral que hasta les venden cursos de capacitación y los obligan a comprar juguetes para que el jefazo los regales a niños colgándose la medalla.
Siguen negando la existencia de delincuencia organizada, no ven la ola de ejecuciones, olvidan que la FGR, solamente el año pasado desmanteló cuatro narcolaboratorios, ejecutó órdenes de aprehensión contra tratantes y, además del año pasado, en lo que va de enero han ubicado y desmembrado bandas de huachigas, y hasta encontrado -de chiripa- una bodega retacada de migrantes, más de 700, en lo que constituye una prueba más de la operación de la delincuencia organizada.
En el año 2023 no hubo estrategia de seguridad, con el Marino, menos, así de simple. Y la procuradora, qué decir, puso a los trabajadores como bots a echarle porras.
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