El cinismo, el engaño y el chantaje describen de cuerpo entero al secretario González, no hace mucho recalcitrante panista que aprovechó la oportunidad para saltar a Morena y despojar de posiciones a los izquierdosos que formaron el partido en Tlaxcala, incluso hoy se da el lujo de atacar a personajes como Sánchez Anaya quien armó el movimiento del que hoy se sirve.
Además de oportunista, aplica a raja tabla aquello de mentir, robar y traicionar, sino pregúntenles a las mujeres de Ixtenco, o el caso más emblemático, a casi dos años de gobierno no pudo resolver el conflicto poselectoral de Xicohtzinco que es ya un problema social, de seguridad, de falta de desarrollo de infraestructura y pésimos servicios, sin olvidar la impunidad tras el asesinato de una persona por la ingobernabilidad, el ex alcalde prófugo y los destrozos de las protestas.
Esa es la carta de presentación del secretario suspirante a senador, pero no es lo único en su mal llevado cargo como encargado de la política interior, los conflictos sociales en el resto de los municipios son pan de cada día, las manifestaciones sin precedentes que se han vivido y que incluyen la muerte de una normalista, así como la represión violenta a feministas, la guerra contra los sindicatos y más, se añaden a su cuenta.
#LORDPLURI
En el terreno de lo político la cosa no es distinta, si algo le gusta al lorenismo son los motes contra sus adversarios, ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio, y por ello, con el mismo rasero aplicado contra su ex correligionaria Adriana Dávila, a González hay que llamarlo #lordpluri , ya que sus cargos públicos se los debe precisamente a la “bendita” representación proporcional que, por cierto, quiere desaparecer Morena aunque se sirvan de ella.
Pues con la novedad que en el periodo de Héctor Ortiz le regalaron la diputación federal por la vía plurinominal en el PAN y nada relevante hizo en su periodo, solamente cobrar. Antes fue diputado local panista, también pluri e incoloro, de igual forma no se le recuerda nada trascendente a su paso.
Nunca se ha sometido al juicio de las urnas, porque simple y sencillamente es mal candidato, carece de carisma y su discurso es soso, por no decirlo, penoso e incongruente. Ahora, valiéndose del alto posicionamiento de Morena y de la buena calificación ciudadana que tiene López Obrador, quiere salir a la contienda en espera del milagrito y, desde luego, usando los recursos públicos a su favor.
DESVÍO DE RECURSOS
En eso de las ilegalidades, el sábado aprovechó su investidura para acudir a un evento proselitista en Apizaco, la supuesta toma de protesta de 200 Comités de Defensa de Morena además de decirse “promotor de la unidad del partido”.
Ese día su jefa estaba ausente de Tlaxcala, andaba del otro lado de la frontera en Nueva York, por lo que la responsabilidad del estado estaba en manos de su segundo a bordo, quien utilizó el tiempo, los recursos materiales y humanos del gobierno, hablamos de automóviles, personal y demás, para vestirse de guinda y hacer abierto y descarado proselitismo.
Aquel acto significó, por si no fuera mucho lo anterior, el despliegue de fondos económicos para acarrear a empleados de gobierno que fueron obligados a participar en lo que tácitamente fue su arranque de campaña, una voracidad por seguir viviendo del dinero público que no es nueva porque desde que llegó al cargo esa ha sido su verdadera preocupación, no la gobernabilidad de Tlaxcala.
